Días atrás el Vaticano publicó un documento con la firma del papa Francisco en el que se aprobaba la bendición a las parejas homosexuales, pero las catalogaba de “irregulares”. Sin embargo, un sector de la Iglesia Católica se manifestó en contra de la medida que se calificó como una “blasfemia”.
El “Fiducia supplicans” fue el documento que se publicó. En él se explica qué es una bendición y se habilitan las mismas para parejas del mismo sexo. Pero el calificativo de parejas “irregulares”, sumado a la negativa a considerarlo matrimonio propiamente o a consentir las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, le valieron una buena cantidad de críticas.
El ala conservadora de la Iglesia contra las parejas homosexuales
Un cardenal alemán y obispos africanos llevaron su crítica hacia el otro extremo y quitaron su apoyo al Papa en esta ocasión. El cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, considerado uno de los más ortodoxos y menos aperturistas, consideró que la bendición a parejas homosexuales “es una blasfemia”.
Según argumentó, las Sagradas Escrituras establecen que las relaciones homosexuales son un comportamiento inmoral. “Si las relaciones sexuales fuera del matrimonio contradicen la voluntad de Dios, entonces no pueden ser bendecidas, es decir, declaradas buenas según la voluntad del Creador”, señaló.
Claramente, en el “Fiducia supplicans” se explicita que “será posible bendecir parejas formadas por personas del mismo sexo, pero al margen de cualquier ritualización e imitación del matrimonio”.
Pese a que obispos franceses, canadienses, mexicanos, ingleses y sudafricanos recibieron de buen grado la noticia, otros de Zambia publicaron una nota en la que sostuvieron que la medida del Vaticano no debe aplicarse.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal de Ghana, Matthew Kwasi Gyamfi, afirmó que “lo que la gente no entiende es que si una pareja gay va al sacerdote para ser bendecida y el Papa aprueba, lo que estás bendiciendo es solo a las personas y no a la unión”.